Los Frases cristianas de fortaleza Diarios
Como suele ser el caso, antaño de que podamos considerar las enseñanzas genuinamente radicales de Jesús sobre el sufrimiento, primero debemos pensar en su contexto religioso y cultural.
La enseñanza de no temer al ser humano que puede matar el cuerpo es crucial para comprender la importancia de estar firmes en nuestra Certidumbre y entregarse en manos en Dios incluso en momentos de sufrimiento y persecución.
Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra fe, confiando en Dios para darnos el valencia necesario para contraponer cualquier situación.
Al confrontar la persecución, Jesús nos dice que no debemos temer a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo, sino al Señor que tiene el poder sobre el alma y el cuerpo.
Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios, creador del gloria y de la tierra, del mar y de todo cuanto hay en ellos, y que siempre mantiene la verdad.
Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Seguridad y no renunciar a ella en presencia de el rechazo de las personas.
La continuación de predicar el evangelio en medio del sufrimiento asimismo nos recuerda la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre los creyentes.
Cada vergajazo que recibió en su cuerpo fue un afirmación del amor incondicional que sentía en torno a la humanidad. El sufrimiento de Cristo fue un acto voluntario y una muestra de inclinación sin límites.
Aférrate read more ahora a las promesas de Dios. Sus planes para tu vida son de bienestar y en él estás seguro por siempre. ¡Renueva actualmente tu esperanza y glorifica a tu Padre celestial!
No es que a la pasión de Jesús le falte poco, pero ha dejado un lado para que incorporemos a ella nuestros propios sufrimientos, haciéndolos valiosos y con sentido.
A veces nos cuesta fiarse en otras personas. Las decepciones de la vida pueden llevarnos a proteger el corazón de forma excesiva.
Nosotros nos fatigamos y luchamos porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen.
Esto significa que cada parte de nuestro cuerpo y vida es importante para Él, y debemos tener la misma atención a los detalles en nuestra vida diaria.
Y si la enfermedad y el dolor se vinculan al pecado y al mal, la vida y la salud total se las relaciona con la fidelidad a Dios y a sus mandamientos.